Técnicas de Desinsectación en Patrimonio

La pasada semana realizamos prácticas de desinsectación con gases inertes en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico.

La aplicación de insecticidas en la conservación de bienes culturales presenta graves problemas debido a su toxicidad y el alto riesgo para las personas que lo manipulan, además de producir frecuentes alteraciones físico-químicas en los materiales tratados. Por ello es preferible el uso de técnicas de desinsectación con un gas inerte, como argón o nitrógeno, aplicado en un sistema herméticamente cerrado en cuyo interior se deposita el objeto infectado. La aplicación de este sistema de desinsectación no tóxico es respetuoso con el medio ambiente y resulta letal, ya que produce una anoxia total en todas las fases del ciclo biológico de especies de coleópteros, termitas y tysanuros, destructores de bienes culturales.

 

En este caso la desinsectación se llevó a cabo en Pinocho, el primer títere que llega a las instalaciones del IAPH, con experiencia en intervenciones en otros patrimonios etnológicos. Un títere datado entre 1931 y 1940 que forma parte de la colección permanente de la sala de etnografía del Museo de Cádiz desde el año 1979. Se trata de una pieza de 65 centímetros de altura, articulado y realizado en madera, metal y cartón piedra. La obra, pintada al temple y de vestir, formaba parte de la colección del Teatro de Títeres de la Tía Norica. Se trata de un personaje de corte italiano realizado según los diseños  de  Salvador  Bartolozzi.  En el  Museo,  la  pieza  comparte retablo  junto a  la Bruja Piruli   y Chapete,   protagonistas   también   del   repertorio   temático   que   en   el   siglo XX   se   incorpora   a   las representaciones de la Tía Norica (que datan del siglo XVIII) como forma de renovar la temática de este Teatro.

 

El objeto contaminado a tratar, en este caso Pinocho, se deposita en bolsas de baja permeabilidad cerradas por termosellado.

 

Dentro de la bolsa se introduce un termohigrómetro para medir la humedad relativa y la temperatura durante el tratamiento y absorvente de oxígeno.

 

La bolsa lleva una válvula de entrada del gas inerte y otra válvula de salida.

 

Al alcanzar una concentración de oxígeno inferior al 0.05 % en el interior de la bolsa, se desconecta el gas y se cierran las vávulas herméticamente con siliconas de baja permeabilidad. Es necesario controlar la temperatura, humedad y factor de oxígeno para eliminar por completo las poblaciones de insectos destructores habituales de colecciones históricas.

 

La colección del Teatro de la Tía Norica, adquirida por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte en
1978 y declarada Bien de Interés Cultural, constituye una importante muestra del patrimonio etnológico.  
Testimonio del teatro clásico español, se trata del único espectáculo de su género conservado en el
mundo.

 

Fuente: IAPH

En las fotos: Marta Sameño Puerto y Juan Manuel Velázquez Jiménez, biólogos del IAPH